Aunque pareciera un acto de suicidio o un fragmento de un cuento surreal, está escrito en el Diario Oficial 281, en su tomo 131, como decreto legislativo número 93: El Salvador le declaró la guerra a Alemania e Italia, bajo el mandato del entonces presidente Maximiliano Hernández Martínez. Era el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Corría el año de 1941.
Mientas que en el occidente, el mundo entero se jugaba la vida o la muerte en las manos de los soldados de los ejércitos de los dos frentes: el Eje Berlín-Roma-Tokio y las potencias aliadas de Inglaterra y Estados Unidos; a este lado del mar, el mandatario salvadoreño Maximiliano Hernández Martínez, convencido de que el escenario cambiaría con la entrada de Estados Unidos en el conflicto mundial, se apresuró a dejar claro de qué lado estaba su país y logró que la Asamblea Legislativa le declarara la guerra primero al imperio japonés y luego a Francia e Italia.
El día lunes 8 de diciembre de 1941 lo hizo. Por decreto legislativo número 90, la Asamblea Nacional Legislativa de la República de El Salvador, considerando que “el General Don Maximiliano Hernández Martínez se presentó en su seno para dar cuenta de la situación creada por la situación alevosa del imperio de Japón contra los Estados Unidos de América; y que dicha situación crea de inmediato para las repúblicas del Continente Americano un estado grave de peligro para su existencia”, declaró la guerra contra el imperio de Japón y facultó al poder Ejecutivo para que tomara las medidas que fuesen necesarias cuando las circunstancias así lo demandaran.
Según el historiador salvadoreño Carlos Cañas Dinarte, cuatro días después, y por decreto número 93, el poder Legislativo le declaró la guerra a las otras dos potencias: Alemania e Italia. Un día antes estas dos potencias le habían declarado la guerra a Estados Unidos, y los ministros del Gabinete del Gobierno de Hernández Martínez se allegaron a la Asamblea Legislativa para que se declarara de inmediato el estado de guerra contra las dos potencias. Así consta en el Diario Oficial publicado oficialmente el día 15 de diciembre de 1941.
Fue así como soldados salvadoreños llegaron a pelear a tierra italiana, mientras que en territorio de “El Pulgarcito” también se emprendían acciones de “aliado” y por acuerdos ejecutivos se procedió a romper relaciones comerciales con los entonces “enemigos”, así como a capturar a residentes del Eje en El Salvador, quienes fueron trasladados hasta campos del sur de Estados Unidos.
La Segunda Guerra Mundial calló sus armas entre mayo y agosto de 1945, luego de que Alemania y Japón se rindieran y volviera la “paz” mundial. Sin embargo, El Salvador e Italia no pudieron formalizar su estado de guerra por problemas documentales. Fue hasta entre 1948 y 1949 que se volvieron a reestablecer las relaciones diplomáticas, algo que ambos países lucharon por agilizar ya que Italia era en ese entonces el principal comprador europeo de café salvadoreño.
Fuente: Diario1.com