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Una madre y una hija separadas desde hace 32 años se reencontraron hoy gracias a las gestiones realizadas por la Comisión Nacional de Búsqueda de Niñas y Niños Desparecidos durante el Conflicto Armado que tuvo conocimiento del caso a través del programa radial Conversando con el Presidente.
Se trata de Rosa Miriam Sibrián, quien no volvió a ver a su madre, María Dora Sibrián, desde que tenía 7 años cuando se separaron en el contexto de los operativos militares relacionados con la masacre de El Sumpul, perpetrada en mayo de 1980 en Chalatenango.
“Gracias a Dios ya lo logramos, con la ayuda de Dios y con la ayuda del programa también que tiene el señor Presidente, Mauricio Funes. Lo felicito de mi parte porque yo sentí el deseo de hablar a ese programa y gracias a Dios me escucharon el llamado y aquí están los resultados”, dijo Rosa Miriam tras darle un prolongado abrazo a su madre biológica en el cantón Santa Emilia, municipio de Acajutla.
El pasado 18 de agosto, la mujer pidió al Presidente Funes su ayuda para encontrar a su familia biológica a través de una llamada telefónica al programa radial, por lo que inmediatamente se dio trámite para que la Comisión iniciara las gestiones y se pusiera fin este día a 32 años de separación forzosa entre una madre y una hija.
“Yo quiero hacerle una pregunta al señor presidente, que ¿cómo puedo hacer para reencontrarme con mi familia que la perdí en el tiempo del conflicto armado en Chalatenango?”, dijo Rosa Miriam en esa ocasión durante la llamada telefónica al programa.
Tras el reencuentro con su madre expresó su felicidad “porque ese vacío que existía en mi ahorita lo acabo de recuperar, ese vacío de tantos años que yo lo mantuve en mi mente y en mi corazón, yo decía ¿Dónde estarán? ¿Dónde estarán?”.
Rosa Miriam, que ahora tiene 39 años, acudió a este momento acompañada de su esposo, José Martínez, sus dos hijos, José Mauricio y Nixon, así como de personas que forman parte de su familia adoptiva, con quienes reside en Delicias de Concepción, departamento de Morazán.
Ella fue separada de su madre a la edad de siete años en el contexto de la masacre en Las Aradas, mejor conocida como la masacre de El Sumpul, en la que, según testimonios de los sobrevivientes, más de 600 personas civiles fueron asesinadas en las inmediaciones del río fronterizo con Honduras, cuando intentaban huir de operativos militares.
Su madre María Dora Sibrián, sobreviviente de esa masacre, relató que cuando comenzaron los operativos tuvo que huir junto a su esposo, Francisco Rauda, y sus cinco hijos, por lo que atravesaron el río que dibuja la frontera entre El Salvador y Honduras para resguardarse.
Todos lograron sobrevivir, pero cuando intentaron retornar a su hogar patrullas de defensas civiles asesinaron al papá de los niños. A raíz de esto, la madre huyó nuevamente y en ese contexto sufrió la desaparición de tres de sus hijos, entre ellos Rosa Miriam.
Una vez finalizado el conflicto armado, la madre buscó a sus tres hijas y con ayuda de la Asociación Pro-búsqueda logró localizar a dos de ellas, pero aún desconocía el paradero de Rosa Miriam.
En agosto de este año la Comisión Nacional de Búsqueda, creada por Decreto Ejecutivo en 2010 para ayudar a las personas que buscan a sus familiares desaparecidos durante la guerra civil, retomó el caso e iniciaron las investigaciones que dieron como resultado el encuentro de Rosa Miriam con su familia biológica.
“Gracias a Dios ahora estamos ya con todos mis hijos que se me habían perdido, gracias a Dios, a mí se me perdieron cuatro hijos cuando salimos de Las Aradas”, relató entre lágrimas María Dora Sibrián, quien estuvo acompañada en el reencuentro por sus otras tres hijas, Mari, Arely y Rubia.
Desde su creación en abril de 2010, la Comisión Nacional de Búsqueda ha resuelto 12 casos y ha reencontrado a tres jóvenes con su familia biológica. Además, la entidad creada durante el gobierno del Presidente Funes mantiene la búsqueda de más de cien casos de niños y niñas que permanecen desaparecidos.