Este jueves, las y los salvadoreños conmemoramos el XXII Aniversario de la Firma de los Acuerdos de Paz, hecho acontecido el 16 de enero de 1992, entre el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), histórico momento que se llevó a cabo en el Castillo de Chapultepec, en México y que logró poner fin a doce años de guerra civil en el país.
Los Acuerdos de Paz de El Salvador, son hoy en día, uno de los ejemplos mundiales más sobresalientes de cómo un país logra alcanzar la paz a través del diálogo y la negociación. Un proceso que los protagonistas de dicha historia han determinado que fue complejo y por momentos advierten que los espacios fueron de mucha tensión.
Y es que para alcanzar la paz, la historia nos lleva a un proceso que inició con distintos encuentros entre las partes en conflicto; el primero de ellos se desarrolló en La Palma, Chalatenango, el 15 de octubre de 1984; el segundo, en Ayagualo, La Libertad, el 30 de noviembre de 1984; el tercer encuentro, en Sesori, San Miguel, el 19 de septiembre de 1986 y luego en la Nunciatura Apostólica de San Salvador, el 4 de octubre de 1987, entre el presidente José Napoleón Duarte y funcionarios gubernamentales con delegados de la dirigencia del FMLN.
La historia misma confirma, que esos primeros encuentros permitieron poner en perspectiva una solución negociada al conflicto que se vivía; perspectiva que cada vez era más urgente, puesto que la vida de miles de hermanos salvadoreños caía ante una guerra sangrienta y cruel, frente a lo cual los anhelos de paz, sobre la base de la justicia social, iban creciendo, pero por otro lado también había sectores que no creían en dicho proceso y que afirmaban que “negociación es traición”.
En tanto, ya para el 21 de mayo de 1990, y con una visión más firme en el proceso de conquistar la paz, así como con el apoyo de Naciones Unidas y países amigos, en una nueva reunión en Caracas, Venezuela, se establece la agenda y el calendario de negociaciones. Además, se crean dos delegaciones negociadoras: la gubernamental formada por David Escobar Galindo, Abelardo Rodríguez, Óscar Santamaría, el militar Mauricio Ernesto Vargas y la del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional - FMLN – integrada por los comandantes guerrilleros Schafik Handal, Joaquín Villalobos, Salvador Sánchez Cerén, Eduardo Sancho Castaneda, Francisco Jovel, Salvador Samayoa, Nidia Díaz, Juan Ramón Medrano, Ana Guadalupe Martínez y Roberto Cañas. Nombres que quedaron escritos en el acta de los Acuerdos Paz firmados en Chapultepec.
No obstante, previa a la firma de los Acuerdos de Paz, sólo la noche del aquel 31 de diciembre de 1991, parece tener un singular espacio en la mente de todas las y los salvadoreños, cuando al filo de la medianoche, el entonces Presidente de El Salvador, Alfredo Cristiani; el principal líder del FMLN, Schafik Handal y el Secretario de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, firman el Acta de Nueva York, en la que las partes declaran haber alcanzado acuerdos definitivos, lo cual daba pie a celebrar la tan anuncia y anhelada paz.
Para las y los salvadoreños, cada 16 de enero, según Decreto Legislativo 139, es “Día de la Paz” y mediante Decreto 685, es día de “Fiesta Nacional”. Y es que los parlamentarios que aprobaron esta última, en el año de 1992, consideraron que “el significado de los acuerdos constituye la ratificación de la vocación pacifista y laboriosa del pueblo salvadoreño, marcando aquellos el fin de una época de dolor y sufrimiento, por lo que la fecha antes relacionada implica el comienzo de una nueva era de paz y democracia, apegada a lo que nuestra Constitución señala”.
