Pedro Geoffroy Rivas (Santa Ana, 16 de septiembre 1908 – San Salvador, 10 de noviembre 1979)
Poeta, antropólogo y lingüista salvadoreño.
Estudió en México en la UNAM. Fue un notable antropólogo y lingüista. Su obra poética marca un hito en desarrollo poético salvadoreño. En 1944 fundó y dirigió el periódico salvadoreño “La Tribuna”. Durante sus exilios vivió en Ciudad de México. Poeta rebelde, individualista, casi anarquista, incorporó en su poesía la libertad de expresarse abiertamente sin temor a prosaísmos o giros “antropocentric os”; esto último para él no existe siempre que sea poeta quien pulsa la palabra. Su obra está influenciada por Pablo Neruda, pero aun así, hay instantes en que Rivas pulsa una cuerda muy personal, y, su poesía adquiere lucidez, presencia emocionada de un poeta que sabe decir su mensaje. Miembro de la Academia Salvadoreña de la Lengua.
Obras
* Poesía:
o Canciones en el viento, (1933).
o Rumbo (1935).
o Para cantar mañana (1935).
o Solo Amor (1963)
o Yulcuicat (1965).
o Cuadernos del Exilio
o Los nietos del jaguar (1977)
o Vida, pasión y muerte del antiheroe (1978)
* Antropología y Lingüística
o Toponimia náhuat de Cuscatlán (1961, corregida y aumentada 1973)
o El español que hablamos en El Salvador (1969 y 1975)
o El nawat de Cuscatlán – Apuntes para una gramática Tentativa (1969)
o Mi Alberto Masferrer (1953)
o La lengua salvadoreña (1978)
PARA CANTAR MAÑANA
MEXICO, 1935
CANCIÓN DE LOS IZALCOS
Hombres de los izalcos
hombres altos y oscuros de las cumbres
sembradores silenciosos que os quedasteis así
con los puños en alto,
en ademán de sacudir el yugo
o de arrojar semillas a los surcos musicales del cielo
Yo cantaré canciones por vosotros
Yo
renuevo alegre de vuestra semilla triste y subversiva antihombre de hoy
promesa de hombre para un mañana
a la sombra de vuestro enorme y cálido recuerdo
quiero cantar canciones que digan el milagro del 23 de enero/cuando el volcán izó rojas banderas en sus llamas más altas/ y vosotros bajasteis de las cumbres como ríos oscuros desbordados indómitos como ríos salidos para siempre del cauce doloroso
Yo cantaré canciones en tu nombre
indio Feliciano Ama
Yo gritaré el poema del corazón inmenso que latía en tu mirada/
en tu mirada vieja de siglos
con la que nos miraban nuevamente el abuelo Tutecotzimit/y el tata Tacho Aquino
Yo cantaré la gloria de tu muerte vertical y suspensa
Hombres de rojo oscuro de sangre india caídamiradores de auroras lejanas
pulsadores del gran dolor universal
Yo cantaré en mi ardiente canción estremecida
los vuelcos de la angustia
la alegría del gritola recia sacudida
con que un día rompisteis los cercos del oprobio
Hombres de los izalcos que dejasteis la tierrapreñada de la roja simiente
surcada por los lentos arados de silencios tremendos
ya llegará la hora del parto milagroso
cuando en peregrinación vayamos a buscar vuestro huesos/para fincar con ellos los cimientos de nuestra nueva vida para afianzar con ellos las rojas barricadas
para labrar las cachas del corvo justiciero
Hombres rojos y oscuros de las cumbres
mañana
cuando la flor radiosa de los vientosdesparrame por todos los rincones de América
la mazorca simbólica
que creció en el sepulcro del negro Farabundocuando los hombres nuevos levantemos del polvo vuestro sueño/ vosotros
los bandidos de hoy
los criminales que erigisteis el soviet de Juavúaseréis los santos rojos
precursores de nuestra felicidad
Yo cantaré canciones por vosotros
hombres de los izalcos
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