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lunes, 13 de febrero de 2017

13 de febrero de 2001



A las 08:22 horas del martes 13 de febrero de 2001, un terremoto de 6,6 grados Richter deja sentir, durante 20 segundos, su fuerza destructora en los departamentos centrales y paracentrales de Cuscatlán, San Vicente y La Paz, que son declarados como zona de emergencia por las autoridades nacionales.

El epicentro es localizado en una falla local de San Pedro Nonualco, a 30 kilómetros de San Salvador, situada a una profundidad focal de entre 8,2 y 13 kilómetros.


La destrucción abarca entre el 50 y el 95 por ciento de las viviendas de la ciudad de San Vicente, Cojutepeque, Paraíso de Osorio, Candelaria, Verapaz, San Emigdio, San Juan Tepezontes, San Miguel Tepezontes, Guadalupe y los cantones Santa Cruz Analquito y Miraflores abajo. Además, se reportan daños en viviendas de la ciudad de Chalatenango, una iglesia de Apopa y en el muelle artesanal del puerto de La Libertad.

Los cómputos preliminares arrojan un saldo de 315 personas fallecidas, 92 desaparecidas o soterradas, 3399 lesionadas y 252,622 damnificadas. Muchas de ellas residían en las localidades devastadas, al igual que en San Pedro Perulapán, San Cayetano Istepeque, Santa Cruz Michapa, Zacatecoluca, San Martín, San Rafael Cedros, cantón La Flor de San Martín y Candelaria, localidad esta última en la que perecen varios párvulos y su profesora, al quedar soterrados por su centro educativo.

Un número de 71 derrumbes de diversas consideraciones es reportado en los volcanes de Santa Ana y San Vicente, la Cordillera del Bálsamo, los cerros de San Jacinto y Las Pavas, carreteras hacia Santa Ana y San Francisco Chinameca y los kilómetros 45-49 y 51-53 de la Carretera Panamericana.

Entre otros daños materiales, se reporta gravedad o destrucción total en 57008 viviendas, 82 edificios públicos, 73 iglesias, 111 escuelas y 41 hospitales y unidades de salud. A raíz de este nuevo movimiento terráqueo, el inicio del año escolar sufre nuevos retrasos en casi todo el territorio nacional.

Unidos con los cómputos de los daños causados por el sismo del 13 de enero, el país sufre pérdidas estimadas en 1603.8 millones de dólares, los que equivalen al 12.1 % del producto interno bruto (PIB), el 43.5% de las exportaciones salvadoreñas y el 75% del presupuesto general de la nación para el ejercicio anual 2001.

Después de este evento natural, los sismógrafos reportan varios cientos de sismos secuelas, los que oscilan entre los 1.8 y 5.3 grados Richter.

Fuente: Carlos C. Dinarte 

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